Contrapunto

 

(Kontrapunkt)

Ancorado en esta habitación
Como una tumba navegable que surca la noche
A menudo me siento soltero
Sin ninguna cualidad de más.
¿Y por qué me van a apreciar?
Con una llamada a la conciencia vieja
De su yacimiento emerge un cielo arqueológico.
Relumbran desolados los prados de la infancia.
Del Espíritu puro de Deidades anónimas
Se colmaban los discos victoriosos de las estaciones;
Donde la hoja tocaba a la hoja
Y fenecía.
Se precipitaron los llantos moteados
Empapados de estados de espíritu
Como aguaceros desatados por las ansias.
Mas ¡qué húmedo nos resulta el quebrantamiento!
Es esa una palabra de esa clase de palabras
Como la represión sin talento de los instintos.
Por siempre el escalofrío susurra
En tu cuerpo suave
Con la confusión de las personas.
He sido pasmada energía verbal:
Demasiado dudosa para dudar
De la senescencia de los objetos entre las manos nerviosas,
Del llanto sedoso de la no consumación,
De la geometría restablecida del supuesto Nilo,
De las flechas blancas en la manzana pecaminosa,
Como todas la condiciones dobles para la prueba de Dios.
Los cielos se marchitan entre los campos mustios
Y cúmulos verdes de ilusiones
se pudren bajo la lluvia…

Mas la noche sorbió tierras y tierras…
Negligentes y traicionados
Como mi vigor inútil,
Flotan en la negrura cual trampas
Esqueletos prehistóricos de estanques;
Ballenas con alcores sobre los lomos
Resbalan como en aceite… Y siento
Como, helo, finalmente,
Llegado es el tiempo de la extenuación.
Te atrapa el alma en la luz
Cual avispa exasperada en el cristal.
Y un aullido azul
Estalla y salpica los cristales
De borbotones de tibia sangre.

El apocalipsis bulle en ti
¡Oh tierra desollada de ideas!

Se supo ya por fin…
Que alguien ha de transportarte
Lejos de los puntos emocionales
Donde se proyectan
Arquitecturas estratégicas de efectos.
Pero está dicho:
Fracasa el cálculo
Y cae como la manzana
En exceso madura bajo su propia sombra.
Fuerzas económicas de vientos
Afluyeron con ilírico aliento
Sobre lomas escarpadas de lágrimas.

Sonó el gong del corazón.
Exprimido hasta la destilación por el dolor,
Cayó.

Cual cadena rutilante
Me volatilizó en la oscuridad
El día para ti intacto.

Ea, comenzamos un juego de olvido, de amenaza
Con toma de temperaturas y cantos populares.

¡Me están destrozando, oh Dioses,
las sucesivas inmolaciones!
Mi vagar gira cual brillante cucharilla de te
En el interior de la taza de ocasos:
Mas la miseria es como mis manos
Que no acierto donde posarlas.

¡Éxtasis pegajoso de la noche
Como cabeza golpeada en el seso!
Se torna posible cual ansia de cigarro
La succión de la linfa fragante.

Movimientos misteriosos de astros
Trazan espirales
Según un itinerario laborioso de ajedrez
Hasta llegar al jaque
De la estrella postrera.

Pero soy tan pacífico, maldita sea,
Como el lechón acuchillado a la luz del sol.

Afuera,
La tierra enjalbegada
Gira y chilla
Cual Casandra degollada;
Y yo,
Con el crepúsculo en el cuerpo
Trato de aferrarme al postrer cabello.

Pues el gong del corazón
Suena y suena…

¡Se ofuscan las visiones!
Como el ave ensangrentada
Se me quiebra el libro entre las piernas.
Las rodillas se me doblan
Semejante al navío Beagle
Coseché de tus océanos
La nada.

Se extiende la paz por la cabeza.
Pero no… No el vuelo de una muchedumbre de patos
Que se zambullen con tristeza de aguas en los ojos.

Sí… ¡Sí!
Como un lamento.
Me he quedado solo en este mundo

Pienso que tiempo tengo de pensar que pensar no debo.

Tirana, noviembre de 1993

Traducíon de Ramon Sanchez Lizarralde